Las almohadas visco han resultado ser una de las opciones más recomendadas para quienes buscan un descanso placentero y un alivio a los dolores de cuello y cabeza, pero esta no son su única ventaja sino que tienen muchas más:
Mayor firmeza: la firmeza tiene que ver con la densidad del material y esto varía de acuerdo a cada fabricante pero, en términos generales, se trata de una característica que es más fácil de encontrar en las almohadas viscoelásticas que en aquellas que están elaboradas con otro tipo de material.
Mayor adaptabilidad: al igual que los colchones viscoelásticos, las almohadas se adaptan mejor a la forma del cuerpo, en este caso, al cuello y la cabeza. Esto ayuda a reducir significativamente el cansancio y los dolores que pueden generarse en esa parte del cuerpo, mejorando la calidad del descanso.
Son hipoalergénicas: los restos de piel muerta, cabello y polvo crean el ambiente propicio para la proliferación de los ácaros y pueden provocar alergias. Sin embargo, una de las ventajas de las almohadas viscoelásticas es que suelen tener algún tipo de tratamiento contra estos microorganismos, lo que hace que su uso sea más seguro para quienes padecen estas molestias.
Duran más: una almohada visco puede durar hasta dos años y medio, un período de tiempo razonable comparado con la duración de almohadas elaboradas en otro tipo de materiales, como la espuma, que suelen deformarse con mayor rapidez.
Otra de las características de este tipo de almohadas es la memoria inteligente, es decir, conservan la forma del cuerpo durante cierto tiempo volviendo luego a su estado normal, además, son anatómicas y ergonómicas, es decir, que se adaptan perfectamente a la forma del cuello y las vértebras cervicales.
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