Smart TV es ese tipo de televisión que podemos definir inteligente (de ahí el uso del término inteligente) porque el espectador puede interactuar con él obteniendo información, servicios y características adicionales a través de la conexión a Internet.
Por eso, un componente importante para aprovechar un Smart TV es el conectividad a Internet, obtenible medio Cable Ethernet o mediante conexión WiFi.
Prácticamente todos los televisores inteligentes modernos adoptan ambos tipos de conexión, pero también hay algunos televisores equipados solo con un puerto Ethernet pero que no tienen funcionalidad Smart (así que tenga cuidado cuando compramos este tipo de televisores, la presencia de un puerto Ethernet no es sinónimo de Smart TV ya que también se puede usar para DLNA).
Un Smart TV es capaz de transmitir películas y videos, ambos se ofrecen de forma gratuita (las aplicaciones RAI o YouTube por ejemplo) y se paga desde sitios como Netflix, Amazon Prime Video, Vodafone TV, TIM Vision, Now TV e Infinity.
El uso de estos servicios es realmente muy simple y gratificante, ya que podemos llevar la mayoría de los servicios de Internet accesibles desde PC y teléfonos inteligentes a la sala de estar para poder Ver en alta calidad en una pantalla muy grande.
En una televisión inteligente podemos conectar una memoria USB o un disco duro portátil reproducir videos y música o tu puedes película de riprodurre ubicado en la computadora conectada a la misma red con transmisión DLNA, transformando así nuestro hogar en un verdadero centro multimedia avanzado (el PC del dormitorio u oficina que descarga y gestiona los contenidos multimedia, el televisor que los reproduce fielmente en el salón).
En una Smart TV también podemos navegar por Internet como si estuviéramos en la PC gracias a navegadores integrados y podemos instalar una gran cantidad de aplicaciones diferentes como Skype, Facebook o juegos como Angry Birds.
Otra ventaja no indiferente es la grabación de programas de televisión emitidos en una memoria USB o en un disco externo para poder visualizarlos tranquilamente en otro momento (como si tuviéramos una grabadora de vídeo real) o ver los canales transmitidos en Internet a través de IPTV (tanto con aplicaciones dedicadas como a través del navegador).