Desarrollados en 1886 por el inventor Schuyler Skaats Wheeler, los ventiladores de sobremesa son ventiladores con mucha historia. Su principal fortaleza es la versatilidad. Pueden situarse en escritorios, encimeras, mesas de cocina, veladores, mesitas de noche e incluso sobre otros electrodomésticos, disfrutando de un agradable frescor allí donde lo necesites.
Los ventiladores de sobremesa pueden orientarse en cualquier dirección, contando con giro de 360 grados, útil si dispone además de función oscilante, que garantiza un mejor reparto del aire y una mayor ventilación. Por otra parte, su transportabilidad es absoluta. A diferencia de los modelos de techo, de pared y otros tipos de ventiladores, los de mesa pueden cambiarse de lugar sin dificultad.
Un ventilador de sobremesa es, por añadidura, un amigo de las familias ahorradores. Su menor consumo energético garantiza un mayor ahorro en facturas eléctricas, una cualidad que beneficia, asimismo, al medio ambiente.
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